Navidad. Mi amor, hoy recibí dos cartas tuyas -estoy contento, contento!. Hace frío de perros y un sol magnífico. Tengo salida del cuartel el primero de enero; te telegrafiaré las horas de llegada. Alístate!.
Tesoro mío, perdona mi tristeza de las últimas cartas. No recibí nada tuyo. hoy recibí tus cartas VIII y X. Me falta la IX. yo no volví a numerar las mías porque me pierdo. Les pongo fecha y escribo todos los días. Del estómag

Lou, que bien sabes decir las palabras que consuelan. Eres un instrumento de música exquisita. Tus melodías me transportan al cielo. Tú eres mi música, mi poesía, mis nueve musas, mis tres gracias. Sí, mi amor, regáñame, no tengo derecho de dudar, pues siendo libres el uno y el otro nos entregamos libremente y debemos pensar como piensas tú, para ser dignos el uno del otro. Sí, mi amor, no hablemos de nuestra felicidad. Voy a escribirle esta noche a Rouveyre que te ha visto varios veces, que he tratado de flirtear contigo pero que no ha resultado, que somos buenos amigos, eso es todo. De manera que tú puedes, si le escribes, hacerlo en ese tono. Además, no es necesario que le escribas. Yo creía que Janes Mortier se había ido. Sí, feliz navidad mi amor. Nuestra navidad es nuestro amor. Lo dices tú, poestisa archidivina.
Hasta luego mi amor, te beso con todo mi corazón, con toda mi fuerza, te amo y te amo toda.
Guillaume.
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