Pablo:
¡Gracias! Tus últimas pinturas ignominiosas han matado el arte moderno. Según tú, con el gusto y la moderación que son las verdaderas virtudes de la prudencia, hubiéramos tenido una pintura cada vez más y más fea, al menos durante cien años, antes de conseguir tus sublimes adefesios esperpentos. Tú, con toda la violencia de tu anarquismo ibérico has llegado al límite y a las consecuencias finales que deseabas, marcándola con el sello de tu propia sangre. Ahora todo lo que queda es volver los ojos una vez más a Rafael.
¡Dios te salve!
Salvador Dalí
El pintor surrealista llegó en 1926 al taller parisino de Picasso, al que admiraba. "He venido a verle", le dijo Dalí, "antes de ir al Louvre". Desde ese encuentro y hasta 1970 le envió 30 cartas. Picasso nunca contestó. Pero no por hostilidad, sino porque según dicen, no le gustaba escribir cartas. Nunca existió diferencias entre ellos. Picasso había recomendado ver las obras de Dalí a un marchante muy poderoso. Otro hecho es que cuando Dalí fue expulsado del grupo surrealista, Picasso ayudó a pagar el primer viaje a EE.UU, que emprendieron Dalí y Gala en 1934, por lo que Dalí le estará infinitamente agradecido. Todo esto demostraría que no existió tal hostilidad ni mucho menos indiferencia de Picasso hacia Dalí, sino que, en palabras del mismo Dalí: "Éramos el mayor contraste que se pueda imaginar".
¡Gracias! Tus últimas pinturas ignominiosas han matado el arte moderno. Según tú, con el gusto y la moderación que son las verdaderas virtudes de la prudencia, hubiéramos tenido una pintura cada vez más y más fea, al menos durante cien años, antes de conseguir tus sublimes adefesios esperpentos. Tú, con toda la violencia de tu anarquismo ibérico has llegado al límite y a las consecuencias finales que deseabas, marcándola con el sello de tu propia sangre. Ahora todo lo que queda es volver los ojos una vez más a Rafael.
¡Dios te salve!
Salvador Dalí
El pintor surrealista llegó en 1926 al taller parisino de Picasso, al que admiraba. "He venido a verle", le dijo Dalí, "antes de ir al Louvre". Desde ese encuentro y hasta 1970 le envió 30 cartas. Picasso nunca contestó. Pero no por hostilidad, sino porque según dicen, no le gustaba escribir cartas. Nunca existió diferencias entre ellos. Picasso había recomendado ver las obras de Dalí a un marchante muy poderoso. Otro hecho es que cuando Dalí fue expulsado del grupo surrealista, Picasso ayudó a pagar el primer viaje a EE.UU, que emprendieron Dalí y Gala en 1934, por lo que Dalí le estará infinitamente agradecido. Todo esto demostraría que no existió tal hostilidad ni mucho menos indiferencia de Picasso hacia Dalí, sino que, en palabras del mismo Dalí: "Éramos el mayor contraste que se pueda imaginar".
1 comentarios:
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