La última carta que escribió Cervantes cuatro días antes de morir, dirigida al Conde de Lemos.
Yo, que siempre trabajo y me desvelo
Por parecer que tengo de poeta la gracia
que no quiso darme el cielo.
Puesto ya el pie en el estribo,
Con las ansias de la muerte, Gran señor ésta te escribo.
Ayer me dieron la extremaunción, y hov escribo ésta; el tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan y con todo esto llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir, y quisiera yo ponerle coto hasta besar los pies de vuesa excelencia: que podría ser fuese tanto el contento de ver a vuesa excelencia bueno de España, que me volviese a dar la vida. Pero si está decretado que la haya de perder, cúmplase la voluntad de los cielos, y, por los menos, sepa vuesa excelencia este mi deseo, y sepa que tuvo en mí un tan aficionado criado de servirle, que quiso pasar aún más allá de la muerte mostrando su intención, con todo esto, como en profecía, mi alegro de la llegada de vuesa excelencia, regocíjame de verle señalar con el dedo, y realegrarme de que salieron verdaderas mis esperanzas, dilatadas en la fama de las bondades de vuesa excelencia. Todavía me quedan en el alma ciertas reliquias y asomos de las Semanas del Jardín y del famoso Bernardo, si a dicha, por buena ventura mía, que ya no sana ventura, sino milagro, mi diese el cielo vida, las verá, y con ellas fin de la Galatea, de quien se está aficionando vuesa excelencia; y con estas obras, continuando mi deseo, guarde Dios a vuesa excelencia como puede.
De Madrid, a diez v nueve de abril de mil seiscientos dieciséis años.
Yo, que siempre trabajo y me desvelo
Por parecer que tengo de poeta la gracia
que no quiso darme el cielo.
Puesto ya el pie en el estribo,
Con las ansias de la muerte, Gran señor ésta te escribo.
Ayer me dieron la extremaunción, y hov escribo ésta; el tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan y con todo esto llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir, y quisiera yo ponerle coto hasta besar los pies de vuesa excelencia: que podría ser fuese tanto el contento de ver a vuesa excelencia bueno de España, que me volviese a dar la vida. Pero si está decretado que la haya de perder, cúmplase la voluntad de los cielos, y, por los menos, sepa vuesa excelencia este mi deseo, y sepa que tuvo en mí un tan aficionado criado de servirle, que quiso pasar aún más allá de la muerte mostrando su intención, con todo esto, como en profecía, mi alegro de la llegada de vuesa excelencia, regocíjame de verle señalar con el dedo, y realegrarme de que salieron verdaderas mis esperanzas, dilatadas en la fama de las bondades de vuesa excelencia. Todavía me quedan en el alma ciertas reliquias y asomos de las Semanas del Jardín y del famoso Bernardo, si a dicha, por buena ventura mía, que ya no sana ventura, sino milagro, mi diese el cielo vida, las verá, y con ellas fin de la Galatea, de quien se está aficionando vuesa excelencia; y con estas obras, continuando mi deseo, guarde Dios a vuesa excelencia como puede.
De Madrid, a diez v nueve de abril de mil seiscientos dieciséis años.
2 comentarios:
Crata muy interesante y emotiva donde se puede ver el profundo caracter trabajador d ecervantes. la conocí por su versión musical realizada po enrique Morentee n su último disco.
Enhorabuena, gran blog.
Simplemente gracias por este trabajo de recopilación. Dicen que en internet está todo, pero sólo es verdad si gente como v.m. se toma el trabajo de colgarlo.
Un saludo.
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