Salamanca, 28-XII-19
Sr. D. Juan Ramón Jiménez
[...] Hoy le pongo ésta para anunciarle que le va un ejemplar de un libro de Juana Ibar
bourou (éste es el apellido de su marido; el suyo, Fernández Morales) poetisa uruguaya. Poetisa y no poeta hembra. ¡Léalo! ¡Léalo! ¡Léalo! Y sin desanimarse por su endeblez técnica y sus descuidos. Jamás ha hablado en español, que yo sepa, así la pasión desnuda y ardiente. Me recuerda a trechos a Safo, pero a la de verdad, no a la legendaria. Aquí una mujer no haría versos así a su novio; si los hacía los rompería sin publicarlos, y menos después que aquél fuese ya su marido. Lo único que suena a hueco es cuando habla de la muerte. Es una niña mimada.Ya apenas hago yo poesía fuera de mi Cristo de Velázquez, en que aún trabajo. [...] La vejez que se me anuncia me susurra muchas cosas al oído del corazón.
Mi más afectuoso saludo a su mujer.
Y reciba un abrazo de
Miguel de Unamuno
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