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05 abril 2009

Cartas de Vicente Aleixandre a Dámaso Alonso (fragmentos)





Madrid, 11 de marzo de 1934


Ha muerto mi madre, Dámaso. Murió hace tres días, el 8, a las cuatro horas de acabarse la operación, de la manera más inesperada. Le habían extraído un cálculo mayor que una avellana, y todo parecía ir bien. Pero su pobre corazón cansado, su cuerpo intoxicado por tantos días de enfermedad no pudieron resistir, no consiguieron vencer la anestesia, y sobrevino la muerte sin que recuperara el conocimiento.

(...) No te quiero decir nada de mí. De lo que yo siento que me falta, de esta sensación casi física de mutilación no te puedo hablar. Yo no sé cómo son las madres. Yo sé cómo era la mía, y sé que la generosidad y el amor suyo no eran como otros. No, Dámaso, no. Tú no sabes cómo era mi madre. No he conocido nada, nada comparable en cuanto a renunciación de sí misma.

(...) Hoy he ido a misa con mi padre, quizás no creo en nada, no lo sé; pero lo haré todo por ella (iré a sus misas, a su rosario) porque sé que ella se alegraría con ternura. Claro que iré. Si no creo, creo en ella y en lo que ella creía.

(...) No sigo, Dámaso. Adiós, adiós. Yo sé que tú la estimabas ¿verdad? Adiós, te abrazo mucho.

Vicente

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1940

Tú que me conoces bien, sabes que soy el poeta o uno de los poetas en quienes más influye la vida. Siento en mi... un amor del mundo, que a mí, hombre en reposo, me hace sufrir o me exalta. Tengo una visión unitaria de la vida, combatido yo en una doble corriente. De un lado, un egocentrismo que me hace traer a mí el mundo exterior y asimilármelo; y de otro, un poder de, destrucción en mí, en un acto de amor por el mundo creado, ante el que me aniquilo.




Vicente Aleixandre y Dámaso Alonso pertenecieron a la llamada Generación del 27. Se conocieron en 1917, en un pequeño pueblo de Ávila donde ambos veraneaban, y a partir de ahí, compartieron una larga amistad. Gracias a los consejos de Dámaso, Vicente se inició en la poesía. En la primera carta le escribe sobre la muerte de su madre, y en la segunda, está en una época pesimista, y así lo deja ver.

Fuente: "Correspondencia a la Generación del 27 (1928-1984)", de Vicente Aleixandre. Editorial Castalia, S.A. Madrid, 2001.

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