Blogger Template by Blogcrowds

24 septiembre 2010

Cartas de Violet Trefusis a Vita Sackville-West





Vita y Violet se conocieron en Londres en 1904 tomando té en casa de una amiga común. Eran unas niñas, tenían diez y doce años. Catorce años después se volvieron a encontrar. Vita estaba casada con un diplomático británico, y tenía dos hijos. Él sabía de las aventuras homosexuales de su mujer e, inexplicablemente, se lo toleró.

Violet escribe:


Julio 22, 1918

Durante 16 noches he escuchado expectante que se abra la puerta de mi habitación, y el susurrante "Lushka" que musitas al entrar, y esta noche estoy sola. ¿Qué voy a hacer? ¿Cómo haré para conciliar el sueño?...no quiero dormir, a causa del temor a despertarme, pensando que estás a mi lado, abriendo mis brazos, para abrazar el vacío! Mitia, ¿te acuerdas de esto?
Todo lo que se del amor lo he aprendido de ti. Y se todo aquello que los amantes pueden saber
Puesto amante de ser apasionadamente amada La sutileza de tu sabio cuerpo. Movió a la curiosidad a mis sentidos. Y tu sabio corazón lo adornó para mi.

¿No me enseñaste acaso como amarte, como ganarte, como sufrir por ti ahora puesto que tu has conseguido en tanto haya vida que todos mis nervios, todos mis sentidos sean tuyos?. Sufro por ti ahora, con la misma habilidad. De un éxtasis que se digiere a si mismo, cuyo estremecimiento.
Tu tomaste de las misma manos del Amor...supongo que ahora te darás cuenta, que esto no puede seguir así, que debemos de una vez por todas tomar coraje con ambas manos, y marcharnos juntas. ¿Qué clase de vida llevamos ahora? La tuya una infamante y degradante mentira al mundo, oficialmente comprometida a alguien que no te importa, perpetuamente con ese alguien, que constituye en si mismo un ultraje hacia mi, siendo constantemente vigilada y cuestionada, observada para ver si la esperada actitud no tiene lugar, cuestionada para asegurarse que no hay otra!.
Yo, importándome un comino cualquiera menos tu, completamente perdida, miserablemente incompleta, condenada a llevar, una existencia fútil y sin propósito, que carece ya del menor atractivo para mi...

Un divertido cuadro, ¿o no lo es? Y tu sabes cuan verdadero es esto. Sea lo que fuere, te imploro que termines esa farsa con H.N. es la única cosa que puede salvarnos, la única cosa que nos asegurará la paz a ambas.... Nunca pensé que yo amaría o podría amar de esta manera...

................................................................................................................................................


25 de agosto de 1918

Esta imponente ansia de ti consume mis días y unos sueños insufribles llenan mis noches. Te deseo. Te deseo vorazmente, frenéticamente apasionadamente. Me muero por ti, si quieres saberlo. No sólo por tu físico, sino por tu amistad, tu comprensión, los innumerables puntos de vista que compartimos. No puedo existir sin ti, tú eres mi afinidad, mi complemento intelectual, mi alma gemela. ¡No puedo evitarlo! ¡Y tú tampoco! Nous nous completons [nos completamos]

………………………………........................................................................................


Sus cartas reclaman la presencia de Vita, a la que llamaba con muchos nombres, Mitya, Dmitri, Julian; ella a su vez se hacía llamar Lushka o Alushka.


Octubre de 1918

Sé malvada, sé valiente, emborráchate, sé imprudente, sé disoluta, sé despótica, sé anarquista, sé una fanática religiosa, sé una sufragista, sé lo que quieras, pero por piedad sélo hasta el limite. Vive, vive plenamente, vive apasionadamente, vive desastrosamente au besoin [si es necesario]. Vive la gama de las experiencias humanas, construye, destruye, vuelve a construir. ¡Vive, vivamos tú y yo, vivamos como no ha vivido nadie hasta ahora, exploremos e investiguemos, avancemos sin miedo por donde hasta los más intrépidos han titubeado y se han detenido! […]
Mitya, podrías hacer lo que quisieras de mí, o más bien Julian. Amo a Julian, arrolladoramente, devastadoramente, posesivamente, exorbitantemente, insaciablemente, apasionadamente, desesperadamente. También coquetamente, conquistadoramente y frívolamente.

.................................................................................................................................


En noviembre de aquel año viajaron solas a París. Vita se sintió más libre que nunca y llevó a cabo algo que ya había ensayado previamente: vestirse y comportarse como un hombre en público, haciéndose llamar Julian. Pero todo París hablaba de ellas. El comandante Denys preparaba su boda con Violet, pero ésta tenía la esperanza de que Vita lo impidiera escapando con ella el día antes de la boda. Al final Vita se fue con su marido para evitar la tentación. Violet transmite en esta carta su dolor.



Te deseo cada segundo y cada hora del día, y sin embargo lenta e inexorablemente me están atando a otro. A veces me invade una agonía de ansia física, un anhelo de tenerte cerca y de que me toques. Otras veces tengo la impresión de que me contentaría con oír el sonido de tu voz. Intento con todas mis fuerzas imaginarme tus labios sobre los míos. Jamás la imaginación me había causado tanta tristeza. […]

Nada ni nadie en el mundo podría matar el amor que siento por ti. Te he entregado toda mi individualidad, la esencia misma de mi ser. Una y otra vez te he entregado mi cuerpo para que lo trataras a tu antojo, para que lo hicieras añicos si tal era tu voluntad. Todos los tesoros de mi imaginación los he puesto desnudos ante ti. No hay ningún rincón de mi mente en que no hayas penetrado. Te he besado y acariciado, he dormido contigo y me gustaría decirle al mundo que clamo por ti.

.....................................................................................................................................


En mayo de 1919, Vita sigue con su marido y Violet está desesperada. Este fragmento fue escrito en francés:


Mi amor, mi vida, regresa. Debes regresar.
A veces, antes de dormirme, a fuerza de desearte, termino sintiendo tu cuerpo tendido a mi lado, todo el calor de tu carne estremecida, los besos en tu boca y las caricias de tus dedos, y desfallezco, y me siento a punto de morir.
¿No tienes jamás esas sensaciones? Venga, un poco de franqueza.
Es que te deseo, te deseo hasta el frenesí. Hay días enteros en los que no pienso en otra cosa. Es demencia, lo que quieras, pero muero por ello. Estoy segura de que jamás has sentido una cosa semejante.
Mi amor, mi alegría, regresa, te lo suplico.

..................................................................................................................................


Pero Vita no regresó, y el 16 de junio de 1919, Violet se casó con Denis, y al día siguiente se instalaron en un hotel, y Vita fue a buscarla. Violet confesó a su marido que había estado planeado huir con su amiga durante los últimos meses, y que no sentía nada por él. Durante su luna de miel, Violet siguió escribiendo a Vita.


Una tras otra me asaltan la desdicha, la angustia, el cinismo, la desilusión, la apatía, el resentimiento, luego nuevamente la desdicha, los celos, la desesperación, la desgana para después volverse a reafirmar mi inexorable temperamento. […]
Recuerdas las caricias…
Parece que jamás te he deseado como ahora.
Cuando pienso en tu boca…
Cuando pienso en… otras cosas, se me sube toda la sangre a la cabeza, y casi imagino…

................................................................................................................................


Las dos volvieron a escaparse, pero regresaron por varias circunstancias. Denis confesó a la madre de Vita que su matrimonio con Violet fue consumado. Vita, celosa, huyó y no quiso volver a verla más. Unos días después de lo ocurrido, Violet escribe:


No me has contestado al telegrama en que te preguntaba si te estabas “portando bien”, sabes muy bien lo que quiero decir. Si tengo la impresión de que no, haré lo mismo: no mantendré la promesa que te hice. […]
Escríbeme, cielo mío, dime que no has cambiado respecto a H. y que al menos nos veremos pronto. […] ¿Vuelves a llevar el anillo de bodas? Ay, Mitya, por favor, no. Espero recibir un telegrama tranquilizador tuyo hoy mismo. Sin ti son todo cenizas.

...................................................................................................................................


En agosto de 1920 pasaron cinco días solas y unos meses después, Violet escribe a s amada desde Holanda, en casa de su familia.


Soy tan hipersensible en lo referente a ti que no se me escapa ni la más leve inflexión de tu voz, ni el mas leve matiz de tus cartas. Ayer recibí una fría, casi impersonal. Me puse enferma de angustia.
Mi vida está en tus manos. Si me engañaras en un asunto vital, podrías matarme.

..............................................................................................................................


Tras escaparse de nuevo al sur de Francia, a su regreso se volvieron a separar, y tras las súplicas de Violet, Vita se negaba. Durante 18 años no se vieron ni se escribieron, pero en 1940 Violet huyó a Inglaterra y llamó a su antigua amante.

En una de las pocas cartas que se conservan de Vita, escribe:


31 de agosto de 1940

Lushka, que persona más peligrosa eres. Creo que es mejor que no nos veamos mucho. Nos amamos demasiado profundamente durante demasiados años y no debemos volver a jugar con fuego. Ambas trastornamos mutuamente nuestras vidas; no debemos hacerlo una vez más. […] Aparte de estos tres años de nuestra apasionada historia de amor, hay años y años de amor infantil y de amistad detrás nuestro. Esto cuenta, me hace quererte mucho. Te hace quererme mucho.


Poco después escribió:


No quiero enamorarme otra vez de ti. Estimo mucho la vida tranquila que llevo… pero si de verdad me quieres, me iré contigo siempre, a cualquier parte.


Diez años más tarde, en 1950, escribió:


Ha pasado el tiempo de nuestro enamoramiento y nos ha dejado este extraño amor profundo, que parece haber durando desde la época que estábamos en Duntreath. Hay algo muy raro entre tú y yo, Lushka.




Vita Sackville-West (1892–1962), fue una poetisa y novelista inglesa. Tuvo una relación con Virginia Woolf, que se extendió durante varios años. Vita, a pesar de estar casada, estableció otra relación, esta vez más conflictiva, con Violet Trefusis. Vita murió el 2 de junio de 1962, en Kent, en la casa que compartió con su marido durante treinta años. Violet vivió expatriada en Francia e Italia, hasta su muerte en 1972. No volvió a casarse, y vivó del recuerdo de su amor con Vita.

Fuente: "Cartas de amor salvaje(s)", de Paula Izquierdo. Grupo Santillana de Ediciones, S.A. Ediciones El País.

0 comentarios: