Duque: A mi hermano escribo suplicándole haga merced al Conde de Aranbergue en la pretensión que tiene, que allá entenderéis. Y porque él nos sirve de manera que nos obliga á procuralle todo su byen, no quiero dexar de pediros lo acordeys á mi hermano y procuréis su buen despacho; que en esto me haréis mucho placer por lo que he dicho. Creo le conocéis de cuando estaba ay, y sé lo que deseáis darme gusto, y así no he menester alargarme en esta, que con un correo que se anda despachando, responderé á la vuestra con que he olgado mucho, y Dios os guarde como deseo.
De Brusselas á 24 de Enero 1600
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Duque: Muchas gracias os doy por esta carta que he tenido vuestra, de la víspera de Pascua, y olgado tanto con ella como siempre; aunque me ha pesado del mal de ojos que habéis tenido, y no quisiera os hubiera hecho mal. Los disgustos que han pasado, he sentido mucho, pues no pueden dexar de haber cansado á mi hermano, que es lo que más siento; y si yo estuviera ay, yo dijera á su muger cuanto importa hacer la voluntad de los maridos, que como muchacha ha menester quien la aconseje* Así espero que lo hará aora la Duquesa; y que con eso, todo se habrá acabado muy bien; pues ya acá llegan las nuevas de cómo se iba poniendo todo en orden. No me espanto que la Duquesa lo reusase, que es muy mala cosa estar descasadas. Bien creo reireys de verme decir esto. Bendito sea Dios que mi hermanotiene la salud que hemos menester.
Las nuevas del principio de nuestra jornada le escribo, y así no os las digo; ni á lo que va este correo, pues lo veréis en las cartas de negocios, solo que me ha enviado grandes recados aquella señora de lo que me quiere. No querría fuese el refrán de: tanto quiere el diablo á su hijo. El cuidado que ponéis en lo que nos toca, os agradezco mucho, que bien sigura estoy que no quedará por vos. Harto es menester lo de las provisiones, y más ahora con este motin que nos dá bien en qué entender por irse engrosando cada día; y sin esto nos han tomado aora un lugar los enemigos de harta importancia, pero con todo fio de Dios lo ha de remediar, de manera que no solo cansemos á mi hermano con estas cosas, sino que le sirvamos, como yo lo deseo.
El de Fuentes estará muy bien en Milán con el millón por todos respetos, y más con la voz que corre. Buenas bodas se han tenido allá, y si se casan tantas como acá nos dicen, quedará desembarazada la casa. Vos andáis en estas buenas obras, y así os lo quiero agradecer; y el haberme enviado el ámbar y almiscle, que tenéis tan buen cuidado de todo lo que es nuestro gusto y provecho; que no dais lugar á que os pidamos nada; y aunque beso las manos á mi hermano por ello, os pido que vos lo hagáis. Mucho he olgado con las changonetas, y graa soledad me hicieron los maytines de cuando recabamos juntos mi hermano y yo. Bien llena estaba la tribunilla de dueñas de la de Nyebla. Estoy muy agradecida: yo aseguro que su marido haga bien el oficio: allá le enviamos aleones; deseo que salgan muy buenos. Olvidóseme decir á mi hermano que una cerymonia que se ha de hacer mañana al juramento, es ceñir una espada, y un abad que la ha de ceñir, no hay remedio sino que me la ha de poner á mi, y que después, si yo se lo mando, la pondrá á mi primo. Myra qué buena estaré yo; y hemos de tañer una campana; y por ser tarde y haber de madrugar mucho mañana para estas cosas, no diré en esta más de que os pido acordéis á mi hermano lo que toca al Marqués de Velada, pues es justo le haga merced; y Dios os guarde como deseo.
De Gant á 29 de Enero, 1600.
Isabel fue hija de Felipe II de España y de Isabel de Valois. Nació en Segovia, y fue soberana y gobernadora de los Países Bajos. Esta carta se la escribe a Francisco Gómez de Sandoval Rojas y Borja, Duque de Lerma, el primer ministro y valido (puesto de mayor confianza) de Felipe III.
De Brusselas á 24 de Enero 1600
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Duque: Muchas gracias os doy por esta carta que he tenido vuestra, de la víspera de Pascua, y olgado tanto con ella como siempre; aunque me ha pesado del mal de ojos que habéis tenido, y no quisiera os hubiera hecho mal. Los disgustos que han pasado, he sentido mucho, pues no pueden dexar de haber cansado á mi hermano, que es lo que más siento; y si yo estuviera ay, yo dijera á su muger cuanto importa hacer la voluntad de los maridos, que como muchacha ha menester quien la aconseje* Así espero que lo hará aora la Duquesa; y que con eso, todo se habrá acabado muy bien; pues ya acá llegan las nuevas de cómo se iba poniendo todo en orden. No me espanto que la Duquesa lo reusase, que es muy mala cosa estar descasadas. Bien creo reireys de verme decir esto. Bendito sea Dios que mi hermanotiene la salud que hemos menester.
Las nuevas del principio de nuestra jornada le escribo, y así no os las digo; ni á lo que va este correo, pues lo veréis en las cartas de negocios, solo que me ha enviado grandes recados aquella señora de lo que me quiere. No querría fuese el refrán de: tanto quiere el diablo á su hijo. El cuidado que ponéis en lo que nos toca, os agradezco mucho, que bien sigura estoy que no quedará por vos. Harto es menester lo de las provisiones, y más ahora con este motin que nos dá bien en qué entender por irse engrosando cada día; y sin esto nos han tomado aora un lugar los enemigos de harta importancia, pero con todo fio de Dios lo ha de remediar, de manera que no solo cansemos á mi hermano con estas cosas, sino que le sirvamos, como yo lo deseo.
El de Fuentes estará muy bien en Milán con el millón por todos respetos, y más con la voz que corre. Buenas bodas se han tenido allá, y si se casan tantas como acá nos dicen, quedará desembarazada la casa. Vos andáis en estas buenas obras, y así os lo quiero agradecer; y el haberme enviado el ámbar y almiscle, que tenéis tan buen cuidado de todo lo que es nuestro gusto y provecho; que no dais lugar á que os pidamos nada; y aunque beso las manos á mi hermano por ello, os pido que vos lo hagáis. Mucho he olgado con las changonetas, y graa soledad me hicieron los maytines de cuando recabamos juntos mi hermano y yo. Bien llena estaba la tribunilla de dueñas de la de Nyebla. Estoy muy agradecida: yo aseguro que su marido haga bien el oficio: allá le enviamos aleones; deseo que salgan muy buenos. Olvidóseme decir á mi hermano que una cerymonia que se ha de hacer mañana al juramento, es ceñir una espada, y un abad que la ha de ceñir, no hay remedio sino que me la ha de poner á mi, y que después, si yo se lo mando, la pondrá á mi primo. Myra qué buena estaré yo; y hemos de tañer una campana; y por ser tarde y haber de madrugar mucho mañana para estas cosas, no diré en esta más de que os pido acordéis á mi hermano lo que toca al Marqués de Velada, pues es justo le haga merced; y Dios os guarde como deseo.
De Gant á 29 de Enero, 1600.
Isabel fue hija de Felipe II de España y de Isabel de Valois. Nació en Segovia, y fue soberana y gobernadora de los Países Bajos. Esta carta se la escribe a Francisco Gómez de Sandoval Rojas y Borja, Duque de Lerma, el primer ministro y valido (puesto de mayor confianza) de Felipe III.
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