Erasmo de Roterdam a Juan de Valdés, salud.
Muy aventajado joven:
Tanto y tan grande es el caudal de servicios que me ha prestado y continúa dispensando tu hermano Alonso de Valdés, que debo amar todo lo que de algún modo le pertenece. Tú, pues, de tal modo le representas, según dicen, así en la fisonomía corporal, como en la destreza de ingenio, que podéis parecer, no dos gemelos, sino enteramente un mismo hombre. Por eso creo justísimo profesaros a entrambos un mismo amor. Tengo entendido que te dedicas al estudio de las ciencias liberales, con el fin de enriquecer esa índole, tan a propósito para la virtud, con todo género de ornamentos : y en verdad ¿qué puedo yo en ello aconsejarte o animarte, cuando tú mismo corres espontáneamente por este hermosísimo camino? Felicitarte, aplaudirte es lo que más conviene . Esto has de tener por cierto: que yo a nadie estimo más que a tu hermano, y que a ti no te tengo por menos que a él. Pásalo bien.
Basilea 1 .° de marzo, año 1528
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Muy aventajado joven:
Tanto y tan grande es el caudal de servicios que me ha prestado y continúa dispensando tu hermano Alonso de Valdés, que debo amar todo lo que de algún modo le pertenece. Tú, pues, de tal modo le representas, según dicen, así en la fisonomía corporal, como en la destreza de ingenio, que podéis parecer, no dos gemelos, sino enteramente un mismo hombre. Por eso creo justísimo profesaros a entrambos un mismo amor. Tengo entendido que te dedicas al estudio de las ciencias liberales, con el fin de enriquecer esa índole, tan a propósito para la virtud, con todo género de ornamentos : y en verdad ¿qué puedo yo en ello aconsejarte o animarte, cuando tú mismo corres espontáneamente por este hermosísimo camino? Felicitarte, aplaudirte es lo que más conviene . Esto has de tener por cierto: que yo a nadie estimo más que a tu hermano, y que a ti no te tengo por menos que a él. Pásalo bien.
Basilea 1 .° de marzo, año 1528
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Erasmo de Roterdam a Juan de Valdés. Salud.
Así como me fue muy sensible ver a mi amigo Valdés acosado de tantas molestias y peligros, así también sentí un gran placer, cuando supe por tu carta que habías salido incólumne de este naufragio. Ahora me atormenta no poco el ver a vuestra España afligida por tantos males. ¡Ojalá que algún día convierta Dios los corazones de los Monarcas al amor de la paz! Para que en lo sucesivo no busques pretextos de excusar tu silencio, ehjoven amantísimo, quiero que quede pactado entre nosotros que, cuando yo escriba a tu hermano, tengas por tuya la carta; y que cuando él me conteste, tendré también por tuya la respuesta: toda vez que yo, siendo, como sois, tan parecidos, os considero como una sola persona, no como dos. Por lo mismo que aprecias en tanto estas mis cartas, escritas con tanto descuido, que no dudas colocarlas entre las principales joyas, también yo, mi querido Juan, estimo ese corazón, tan sencillo y tan amigo, hasta el punto de parecerme poco tenerle entre mis joyas, antes más bien le conservaré guardado en el archivo de mi pecho. En verdad, que no puedo menos de congratularme de que haya tantos por ahí que nos quieran tan de corazón; pero es pena y no pequeña que esa región, tan afortunada, en otras cosas, tenga tanto cúmulo de tábanos que no sólo a mí, sino a todos mis amigos nos persigan con tanto odio y encarnizamiento, que casi siento más vuestro daño que el mío. A ti y a todos tus semejantes os felicito en el alma, porque ponéis todos vuestros cuidados y afanes en unir la sinceridad de la piedad cristiana con la elegancia de las letras, cosa que, entre los italianos, son muy pocos hasta ahora los que lo han intentado. Porque ¿de qué sirve la erudición, si falta la piedad? Pásalo bien.
De Basilea a 21 de marzo. Año de 1529.
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Erasmo de Roterdam a Valdés. Salud.
Todo se lo debo a tu hermano, carísimo Valdés, que en amarme, protegerme y ganarme voluntades no guarda medida alguna. Y puesto que éste se halla ausente, es muy justo que tú ocupes ahí para conmigo el lugar de tu hermano, a quien espero ver aquí en la primavera próxima. Con facilidad te perdono el que no contestes a mis cartas, con tal que correspondas al amor que te profeso, lo que no dudo de ti, a no mentir todas las señales. No quiero molestarte más; pues todo lo sabrás por Francisco Dilfo, el cual, una vez aficionado a España, no puede dejarla. Pásalo bien. Dada en Friburgo de Brisgaw el 13 de enero del año 1530.
Erasmo de Rotterdam, (1469-1536) fue un humanista, filósofo, filólogo y teólogo neerlandés, autor de importantes obras en latín. A principios de 1528 comenzó su correspondencia con Juan de Valdés (humanista y escritor español).
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